La definición tradicional de Audio Branding habla de darle una identidad sonora a una marca. Y es correcto, sin embargo, también es bastante limitada con relación a lo que realmente puede hacer; porque si su funcionalidad termina en darle una identidad; realmente sería poco relevante para una marca.
El branding como tal es maravilloso porque justamente le da un orden y una coherencia a todo lo que la marca comunique; y esto, por supuesto, es parte vital del audio branding; pero ¿qué más hay alrededor de esto?
Así que cuando alguien me pregunta qué es, lo que yo contesto es: El uso estratégico del sonido y la música para lograr objetivos de comunicación de una marca o de cualquier individuo o empresa.
Cuando hablamos de estratégico, ya estamos entrando en un terreno más interesante. Aquí ya hablamos de que hay que tener un plan en el que se deben disponer ciertas herramientas, recursos y demás con el fin de lograr un propósito. Y por ende, para crear sonido o música de forma estratégica, ya estamos hablando de que se necesitan una serie de conocimientos que van mucho más allá de saber redactar un texto o inclusive de ser un experto en marketing o publicidad.
Estos conocimientos abarcan temas como las leyes de la comunicación y la comprensión, los datos verdaderos sobre el comportamiento humano (y que no, no están basados en la psicología), la anatomía del oído; el comportamiento del sonido dentro del cuerpo humano; psicoacústica, acústica y todo el conocimiento relacionado a las ondas y su interacción con los seres humanos y los espacios y materiales físicos, música, lírica, poesía, arreglos y producción musical, entre otras.
Muchas personas dirán – bueno, he logrado resultados sin saber todo eso – Y sí, en el mundo de la publicidad hay muchos golpes de suerte, sobre todo cuando hay mucho dinero para pautar, ya que la música, inclusive trabajada mediocremente, tiene muchas ventajas por sobre otras formas de comunicación. Imagínate los resultados que se podrían obtener si realmente se utilizan las herramientas disponibles para crear música estratégicamente.
Dicen que el Diablo está en los detalles; y es ahí, cuando uno comienza a producir algo de forma experta y experimentada, en donde comienzan a crearse las pequeñas diferencias que terminan en grandes diferencias de resultados.